Hasta su cierre en 1984 la población contó con una estación de ferrocarril, perteneciente a la línea Santander-Mediterráneo.
[3] Conserva una ermita semirupestre (de Santiuste) perteneciente al Alto Medievo, junto a una necrópolis y lo que pudo ser una construcción de la época.
También posee otra necrópolis en lo que los lugareños llaman el Alto de la Muela, una pequeña elevación en el límite del pueblo coronada por la ermita de Santa Ana, y que hace a la vez de mirador, desde donde se divisan los montes y sierras que rodean a este pueblo.
Existen varias necrópolis de la Alta Edad Media en el término municipal: Covacha de las Monjas, Hornillos, Saelices, El Villar y Aguamediano.
Desde la plaza del Rollo se puede seguir la ruta hasta dicho árbol fosilizado.