Castillo de Cadrete

El castillo de Cadrete es una construcción de origen islámico, mandada levantar por Abderramán III en el año 935 con motivo del asedio de Saraqusta, cuyo gobernador se declaró en rebeldía tras negarse a seguir ciertas órdenes dictadas por el califa.

El recinto superior, articulado en torno a un patio abierto, acogió las estancias de mayor relevancia de la fortaleza, como un vestíbulo, un aljibe con capacidad para unos 5000 cántaros, un soportal, una capilla dedicada a San Miguel y otras construcciones de difícil identificación.

No obstante, los sondeos realizados parecen indicar que pudo estar dedicado a uso doméstico, sin descartar la presencia de unas cuadras e incluso un pequeño patio de armas.

Una puerta situada en la esquina noroeste del mismo, da acceso al recinto inferior articulado en dos plataformas distintas.

Al igual que el anterior, también se halla a la espera de una excavación que revele más datos, aunque gracias a las obras de restauración y rehabilitación sabemos que contaba con dos baluartes defensivos protegidos por varias aspilleras y con una estructura circular revestida de yeso en cuyo centro se sitúa un pilar rectangular, sobre la que se han formulado diversas hipótesis, a la espera de ser corroboradas en futuros trabajos arqueológicos.