Castell de Ferro

En la actualidad es la capital municipal —sede del ayuntamiento— pese a existir la localidad que da nombre al municipio.

Diferente es el caso, por ejemplo, de otros topónimos como Ferreira, y en hidrónimos como Poqueira, donde, aunque se ha creído ver semejanzas con el gallego,[9]​ es más probable que sean resultado de la evolución directa del mozárabe, entre otros motivos debido a su compatibilidad con la fonética castellana.

Más difícil es determinar el origen del topónimo y si ha habido influencia catalana en el paso de Castil a Castell.

La segunda parte del topónimo, FERRO, muy probablemente no se refiere a FERRUM, fierro, hierro.

"Hay que señalar que no todos los lugares citados por el geógrafo árabe [[[al-Idrisi]]] se han podido identificar con yacimientos de los siglos X-XI, tal como ocurre con Balisana, la actual Melicena (Sorvilán), y Marsà-l-Firruy, correspondiente con Castell de Ferro.

Si fuera una adaptación de ferro o fierro la ǧīm final no estaría presente, es absurdo añadir una consonante radical ociosa.

[15]​ También hay quien dice que puede ser voz de origen árabe[16]​, asimismo debe haber quien piense que mozárabe, aunque resulte demasiado tardío y se dé incluso en zonas septentrionales donde no aparecen mozarabismos y son escasos los arabismos.

Nada tiene de extraño que una costa tan amenazada prácticamente se despueble, contando además con el vacío dejado por la población morisca expulsada.

A mediados del siglo XVIII, con un aumento general de la población y una mayor seguridad en la costa, Castil de Ferro empezó a ser un lugar atractivo, tanto por la riqueza pesquera como por la calidad del fondeadero, que permitía el comercio marítimo en una época en que las comunicaciones por tierra eran difíciles.

Parece ser que algunos de estos catalanes, pescadores, pero también armadores y comerciantes, se establecieron definitivamente en la nueva población.

Con el tiempo la forma híbrida Castel se hizo general entre los vecinos granadinos de la localidad y posiblemente entre los mismos inmigrantes catalanes cuando hablaban en castellano.

En el año 1857 se produce un hecho muy importante, Castell de Ferro será municipio independiente, aunque esa independencia durará poco.

Si se trata del mismo paraje, lo que parece probable, sería otro ejemplo de influencia catalana.

Durante el último tercio del siglo XX experimentó una gran prosperidad económica gracias al turismo de costa.

Vista de Castell de Ferro desde el mar