Casa del Barón de la Pobla

Sin embargo sí se corresponde con las transformaciones barrocas que el típico palacete noble del Reino de Valencia sufrió en este siglo según Vicente Traver Tomás, es decir tiene una gran portada adintelada con jambas anchas; posee un semisótano, entresuelo, los salones principales se ubican en la primera planta orientados a la calle, su escalera es imperial y hacia el jardín interior presenta una galería corrida.

En 1803 el VIII barón de la Pobla Fausto Vallés acogió en su casa al astrónomo francés Pierre Méchain, que había acudido a Castellón con motivo de sus trabajos para medir la longitud del meridiano de Greenwich, que en esa época ya se conociía que se cruzaba con el paralelo 40° norte en un lugar indeterminado del municipio.

Tras la guerra civil el edificio fue destinado a sede de la Cruz Roja, y según Traver en 1958 acogía las oficinas del Servicio agronómico.

En esta altura, hay cinco huecos adintelados que abren a pequeños balcones apoyados en ménsulas y protegidos por barandillas de hierro forjado.

Hacia la calle Josep Jordi Breva la planta baja abre unos huecos protegidos por rejas.

Le sigue el salón dorado, al que se accede por una gran puerta de doble hoja de madera labrada profusamente decorada, en cuya parte superior aparece una lechuza o un búho que se asocia con la familia Casalduch.

Igualmente orientado hacia la calle se encuentra el dormitorio principal, cuyo suelo está cubierto por una alfombra cerámica de 7,40 × 6,20 m fabricada en Alcora donde predomina el azul y el verde, compuesta por una amplia cenefa ornamentada con zarcillos de acantos sinuosos, que devienen en volutas, ánforas con flores o aves; mientras que en el centro se encuentra una escena figurada aislada representando un paisaje campestre policromo enmarcado por una profusa orla neoclásica; todo ello con una factura del dibujo tosca y sin soltura.

[6]​ Finalmente en el jardín destacan los helechos y una buganvilla dispuesta para dar sombra a la zona de terraza.

[3]​ La piedra en la que se realizó presenta un buen estado de conservación, aunque han aparecido hongos y humedades.

Placa conmmemorativa del fallecimiento de Pierre Méchain
Vista del zaguán desde la calle
Escudo de armas