A la muerte de Juan, Segismundo obtuvo también el trono sueco.
Segismundo era católico, lo que finalmente lo llevó a perder el trono de Suecia, sucedido por su tío Carlos IX.
De este modo se crean dos Dinastías Vasa: la mayor, católica, gobernando Polonia y la menor, protestante, gobernando Suecia.
Este arreglo precipitó numerosas guerras entre ambos estados.
Con Juan II, la Dinastía Vasa polaca se extinguió.