Para construirle una sede apropiada a la Corte, el filántropo estadounidense Andrew Carnegie realizó una donación de $100 000.
Se eligió un predio ubicado cerca del Parque España, en San José, en el incipiente barrio Otoya.
No obstante, este movimiento pronto empezó a recibir influencias de la moda historicista que apareció en los Estados Unidos durante los años 1920.
La Casa Amarilla posee una simetría absoluta con volúmenes puros, con cubiertas a dos aguas, interrumpidos por una elegante puerta principal de estilo barroco.
A ambos lados posee dos puertas laterales también barrocas, pero más sencillas que la principal, idénticas entre sí.