La obra estuvo a cargo del ingeniero mexicano Ángel Miguel Velásquez, quien fue discípulo de Francesco Saverio Cavallari.Ambos palacios rompieron con la tradición colonial española, para usar un lenguaje arquitectónico adaptando el medio nacional a los estilos de moda en Europa.El edificio quedó convertido en Palacio Presidencial por orden del general Tomás Guardia Gutiérrez.Se importó de Europa muebles estilo Chippendale, pinturas románticas, porcelana de Sèvres, gobelinos franceses adornaron sus muros y las vajillas se compraron en el almacén Le Bon Marché.Contaba incluso con una elegante capilla, que fue erigida en oratorio perpetuo por el papa Pío IX.
El Palacio en la década de los 1920s, cuando se había instalado en Ministerio de Guerra.