Cartas que anunciaron el descubrimiento de las Indias
La versión en latín se difundió rápidamente por toda Europa, siendo reeditada varias veces y traducida a otros idiomas.[5] A pesar de las dudas sobre su autoría, estas cartas tienen una gran importancia histórica porque constituyeron la única fuente sobre el primer viaje de Colón que estuvo disponible públicamente durante la vida del Almirante.[7] Por lo demás, su publicación constituyó, intencionadamente o no, una extraordinaria operación de propaganda gracias a la recién inventada imprenta.[3] En este sentido, la consecuencia más inmediata fue que la difusión de la noticia del Descubrimiento se convirtió en la más rápida y universal de todo el siglo XV y parte del XVI.Mediante un análisis tipográfico se ha averiguado que debió ser impreso en el taller de Pere Posa, en Barcelona.[N.4] La carta a Santángel dedica largos párrafos a las islas descubiertas y las costumbres de sus habitantes, pero omite información importante sobre el viaje: cuántos barcos formaban la expedición, cuándo partieron, qué ruta siguieron y cuándo emprendieron el viaje de vuelta.También menciona la duración del viaje de ida: 20 días en la versión en castellano y 33 en la latina.La quinta isla mencionada es Cuba, a la que Colón llamó Juana, cuya exploración se narra más detalladamente.La carta describe los paisajes de Cuba pero da poca información geográfica sobre ella.[4] El texto afirma que Colón ha dejado un barco y una guarnición en la Española, en un fuerte llamado Navidad.Omite, sin embargo, el hecho de que ese barco, probablemente la nao Santa María, había embarrancado, según afirman muchas otras fuentes.Anima que venía dentro en la carta Después desta escripto y estando en mar de Castilla, salió tanto viento conmigo sul y sueste que me ha fecho descargar los nauíos, pero corí aquí en este puerto de Lisbona oy, (...) adonde acordé escriuir a Sus Altezas.Según Ramos, la carta a Gabriel Sánchez sería una mera traducción al latín de esta primera.[5] Se han propuesto explicaciones diversas: impresión ordenada de urgencia para hacer llegar la carta cuanto antes a Italia[5] o trabajo clandestino.[11] Las erratas lingüísticas podrían deberse a que los operarios de Pere Posa no dominaban bien el castellano, ya que todas las otras obras conocidas de este taller fueron editadas en latín o en catalán.[12] Desde entonces se ha venido considerando que este documento era una copia manuscrita de la carta impresa en Barcelona,[10][9] pero Demetrio Ramos mostró en 1986 que se trata más bien del borrador en limpio entregado a la imprenta de Pere Posa.Las debió enviar Martín Alonso Pinzón, quien había llegado por separado a Bayona en Galicia capitaneando la Pinta.[2] Entre ellos se encontraba una carta relatando el primer viaje y dirigida a los Reyes.Por otra parte, su tono es mucho más mesiánico, con frecuentes alusiones a la intervención divina y afirmando que el objetivo del Descubrimiento era ganar riquezas para financiar la conquista de Jerusalén.Por otro lado, algunos historiadores consideran que la autenticidad del Libro Copiador no ha sido demostrada.
Primera página de la carta en castellano impresa en Barcelona en 1493
El
rey Fernando
en la tapa de la edición de Basilea de 1494
Ilustración de la edición italiana en verso de 1493