[2] En el área de informática, se destaca su trabajo en Microsoft (1993-2003), donde realizó aportes al desarrollo de software vinculado a la investigación científica, trayectoria por la que fue nominado Microsoft Most Valuable Professional en 2004.
En Apogeo y decadencia de los estudios culturales (2000), realiza una depuración de algunos aspectos valiosos de esta corriente pero expone lo que considera sus impotencias intrínsecas y sus fracasos, concluyendo "que hoy parezcan dominantes sólo quiere decir que están cayendo desde mayor altura".
[5] En el área de complejidad, sus tres últimos libros constituyen sus aportes más importantes hasta la fecha.
Entre sus habituales preferencias se encuentran los cibernéticos Norbert Wiener y Ross Ashby, el matemático John von Neumann, el epistemólogo Gregory Bateson, los teóricos de la complejidad Barabási, Strogatz y Watts.
Entre los que impugna incansablemente están Clifford Geertz, Fritjof Capra, Francisco Varela y fundamentalmente Edgar Morin.