Silybum marianum

Los capítulos son terminales y solitarios con pedúnculos tomentosos de 15-20 cm; tienen el involucro, de 25-35 por 25-40 mm, ovoide, glabrescente o algo araneoso con 5-7 series de brácteas mayores hacia dentro pero con las medias mayores que las internas; las externas y medias tienen base oblonga, brutalmente ensanchada en un apéndice 15-50 mm, ovado y con margen dentado-espinoso en su base y acabado en un acumen central subulado con espina terminal amarilla hasta de 1 cm; las brácteas internas son estrechamente lanceoladas, sin apéndice, inermes, finamente escábridas en el margen.[1]​[12]​ Se híbrida ocasionalmente con Silybum eburneum, la otra, y única, especie aceptada del género.[1]​ *Nota: no existen estudios con metodología y rigor científico que avalen los beneficios para la salud humana descritos aquí.[13]​[14]​ Las semillas del cardo mariano se han venido usando desde hace siglos con fines medicinales.Otros supuestos beneficios -no corroborados científicamente- atribuidos al cardo mariano son los siguientes: La planta puede contener altas concentraciones de nitrato de potasio, lo cual es potencialmente peligroso para el ganado rumiante, en el estómago del cual la flora bacteriana lo transforma en nitrito que se combina con la hemoglobina, produciendo anoxia y fracaso circulatorio periférico.