Cardellina rubra

[5]​ Los juveniles son color marrón, con mancha auricular blanquecina y dos barras alares pálidas.

Aunque solo la hembra incuba los huevos, ambos padres se ocupan de alimentar las crías y remover los sacos fecales del nido.

Fue descrita por primera vez en 1827 por el naturalista William John Swainson quién asignó la especie al género Setophaga.

En 1873, los naturalistas Philip Lutley Sclater y Osbert Salvin trasladaron la especie al género Ergaticus, donde permaneció durante más de un siglo.

Sus patas son de color carne, así como su pico que tiene una punta oscura.

[5]​ Las plumas de esta especie contienen alcaloides, las cuales producen un sabor desagradable y para los seres humanos les resulta incomestible.

Su canto es una mezcla de trinos cortos y gorjeos más ricos, intercalados con chipes agudos.

[7]​[5]​ Es bastante común verlas en las laderas interiores y adyacentes, a altura superiores que van desde 1800 hasta 3900 m s. n. m.[5]​[8]​ Se le considera un migrante altitudinal que habita los más altos bosques húmedos o semihúmedo de pino, pino-roble y abeto en la época de reproducción y baja a elevaciones menores, a menudo en los bosques de roble, en el invierno.

La subespecie C. r. rubra tiene una mancha auricular blanca en lugar de gris.