El papel beneficioso del carbón activado se ha determinado integrando los datos farmacológicos, los ensayos voluntarios controlados y los estudios en pacientes heterogéneos con sobredosis.
[1] El carbón activado debe considerarse para un paciente intoxicado o con sobredosis luego de una evaluación del riesgo/beneficio de la presunta sustancia ingerida y los factores y circunstancias específicos del paciente.
[2] Los beneficios incluyen la prevención de la absorción o la recirculación enterohepática de un xenobiótico potencialmente tóxico; los riesgos incluyen vómitos y posterior neumonía por aspiración.
[3] El término activado se refiere a una oxidación cuidadosamente controlada de los átomos de carbono en la materia prima que expande en gran medida el área superficial interna del material.
Es decir, la adsorción es un proceso en el cual, por ejemplo, un contaminante soluble (adsorbato) es eliminado del agua mediante el contacto con una superficie sólida (adsorbente).
El químico sueco Carl Wilhelm Scheele llevó a cabo el primer uso de carbón para absorber gases en 1773; luego el apotecario alemán Johann Tobias Lowitz usó el carbón con líquidos coloreados en 1791.
En 1830, el farmacéutico francés Pierre-Fleurus Touery demostró sus poderosas cualidades adsorbentes cuando ingirió varias dosis letales de estricnina mezclada con el carbón activado frente a sus colegas, sin sufrir efectos negativos.
Se comienza con la pirólisis de varios materiales carbonosos, como la madera, el coco, el petróleo o la turba.
[15] Según la ecuación de Henderson-Hasselbalch, las bases débiles se adsorben mejor en pH básico, y los ácidos débiles se adsorben mejor a pH ácidos.
[16] Los catárticos (purgantes) a menudo se usan con carbón activado; sin embargo, la evidencia sugiere que el carbón activado solo es igual de efectivo que si se combina con un catártico (sorbitol o citrato de magnesio).
[18] Las contraindicaciones para el uso del carbón activado incluyen perforación gastrointestinal y existe la necesidad de visualización endoscópica (cuando hubo ingestión de algún agente cáustico, por ejemplo).