Vocalización de las aves
El término vocalización de las aves se refiere a los sonidos vocales que estos animales emiten, incluyendo tanto el canto (gorjeo, trino) como los reclamos.[3] Sin embargo, otros autores enfatizan que el canto debe poseer diversidad silábica y regularidad temporal semejante a los patrones repetitivos y transformativos que definen la música.La mayoría de los cantos son emitidos por los machos más que por las hembras.Los cantos son emitidos desde sitios de percheo aunque algunas especies pueden hacerlo en vuelo.[6] El término "sonata" ha sido definido como el acto de producir sonidos no vocales con la intención de modular señales comunicativas, producidas sin utilizar la siringe, tales como el pico, las alas, cola, patas y plumas del cuerpo.[11] Individualmente, las aves pueden ser suficientemente sensibles para identificarse entre sí a través de los cantos.Muchas de las aves que anidan formando colonias pueden localizar a sus polluelos utilizando sus cantos.En algunos casos los duetos están tan bien coordinados en temporalidad que parecen un solo canto.[26] En áreas urbanas, donde abundan los sonidos de baja frecuencia, se ha notado que las aves tienden a cantar con mayor volumen[27] y en tonos más altos.En biología moderna, los cantos de las aves son típicamente analizadas utilizando espectroscopia acústica.En algunas especies como el estornino y los cenzontles, los cantos integran elementos arbitrarios que los individuos aprenden durante su vida, como una forma de mimetismo (aunque un término más adecuado sería llamarle “apropiación”[2] pues el ave no pasa por otra especie).Las versiones más tempranas del canto son “rústicas” o variables y le tomará al polluelo aproximadamente de dos a tres meses “pulir” la canción (hacerla menos variable) para semejar el canto de aves sexualmente maduras.