Campana de Velilla

[1]​[2]​ Según la leyenda, la campana había llegado por el mar Mediterráneo flotando hasta la costa levantina, donde se había visto primera vez en las costas de Tortosa.

Bajaron al río a recibirla, pero cuando alguien trataba de sacarla del agua, no la podían asir, porque cada vez se hundía en el Ebro.

Finalmente, se decidió que dos muchachas vírgenes del pueblo tratasen de sacarla y cuando sus dedos tocaron la campana, esta salió del agua por sí sola.

[1]​[2]​ Las veces que ha sonado por sí sola, según la leyenda o los notarios, han sido: El último toque fue en 1686.

El mismo Baltasar Gracián la vio sonar sola el 29 de abril de 1646 y escribió una carta a su mecenas, el oscense Vicencio de Lastanosa que decía: Han escrito también sobre esta leyenda Quevedo, fray Hortensio Félix Paravicino y el Padre Feijoo, que negaron la credibilidad del prodigio.

En el escudo de Velilla todavía aparece la Campana como símbolo del pueblo
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, vista desde la ermita de San Nicolás de Bari