Las diferentes épocas constructivas son apreciables, tanto en los elementos arquitectónicos, como en los materiales visibles al exterior.
El interior del pórtico está dividido en tres tramos perpendiculares a la fachada mediante fajones que apean en las citadas pilastras; cada uno de los tramos está cubierto por una corta bóveda de cañón con lunetos.
Las tres son de la misma anchura aunque la central es ligeramente más alta.
Destacan en ellas los capiteles, compuestos por una doble hilera de hojas de acanto rematada por capitel dórico, según un modelo creado y popularizado en el siglo XVII por el jesuita Francisco Bautista.
Las naves están divididas en tres tramos por arcos fajones de medio punto, que apean en los soportes descritos.