Campaña del Loira

Juana durante este tiempo estuvo haciendo visitas; por ejemplo a la familia del Duque de Alençon en Saint Florent lès Saumur.

Para Suffolk fue un día desgraciado, ya que los franceses consiguieron subir las murallas de la ciudad y dirigir un ataque definitivo sobre ésta.

En 1898 un escultor francés, Lanson, erigió una estatua a Juana en la que ésta se llevaba la mano a la cabeza para recordar el golpe (esta estatua se encuentra en la Place du Martroy en Jargeau).

Esta vez hicieron un ataque nocturno, después de haberlo preparado detalladamente el día 13 en Orleans.

El día 14 se produjo un ataque y, sin haber acabado este ni haber hecho capitular la ciudad, se pasó a bombardear el día 15 la fortaleza de Baugency, siempre desde una de las islas del interior del Loira, estando protegidos.

Al ver venir la derrota, los ingleses pactaron la rendición y se fueron libremente la mañana del 17 de junio.

Así pues, formaron filas y se dispusieron a luchar, con la desgracia para los comandantes ingleses de que sus tropas no quisieron entrar en combate, seguramente oliéndose la derrota, y huyeron a Meung.

Así los armagnacs aquella misma noche volvieron a Meung también, donde los ingleses tenían una defensa más óptima establecida, dado que estaban en una fortaleza.

Las villas de la orilla y del valle del Loira habían sido, pues, recuperadas por el ejército de la Pucelle, pero la gesta no acabó aquí, ya que se temía que dejando escapar a los ingleses podrían volver reforzados.

En este momento de gloria, Juana decidió no aprovecharse y mostró piedad hacia los prisioneros ingleses.