Ya para 1428, la alianza angloborgoñona había capturado la práctica totalidad de Francia al norte del Loira.
Una vez que los ingleses aseguraron la región, solo les restaba invadir el sur de Francia para tener un control completo sobre todo el país.
Ese mismo día el ejército se puso en marcha hacia Jargeau, primer objetivo para su campaña del Loira.
Jargeau era una pequeña aldea en la margen sur del Loira, en la Francia central, ubicada a unos 16 kilómetros al este de Orleans.
Los ingleses la habían ocupado varios años antes pensando en utilizarla como base de retaguardia para una posterior invasión a la Francia meridional.
La ciudad había crecido, y ahora muchos suburbios se encontraban en el exterior de las defensas.
Al ver esto, los ingleses salieron de las murallas y rechazaron el ataque, retornando luego a la seguridad del muro.
La propia comandante sobrevivió milagrosamente cuando un proyectil de piedra le golpeó en la cabeza, partiéndose en dos, mientras encabezaba el asalto.