Después de liberar Orleans, Juana se dirigió a varios puntos fortificados ingleses que custodiaban sendos puentes sobre el Río Loira, estratégicamente esenciales para sus planes.
Después de Orleans, Jargeau y Meung-sur-Loire, la Doncella había derrotado a su enemigo en Beaugency.
Al día siguiente se dirigió a Patay, donde tuvo lugar la única batalla en campo abierto de toda su campaña.
Nadie utilizaba a los arqueros tan extensivamente como Inglaterra tras la conquista de Gales.
Por ello, los pocos soldados profesionales de este período eran los nobles con sus séquitos, mercenarios y arqueros.
En la práctica del campo de batalla, esto significaba que cada arquero caído representaba una baja irreemplazable.
Casi al mediodía, la vanguardia francesa pasó por el pueblo de San Segismundo y se estacionó unos 6 km al sur del sitio donde estaban los ingleses, pero ninguno de los bandos sabía exactamente donde estaba su enemigo.
El día anterior a la llegada de Fastolf, los franceses, en varias acciones relámpago, habían capturado tres puentes y aceptado la rendición inglesa en Beaugency.
Conociendo las intenciones del comandante inglés, los franceses enviaron exploradores avanzados por todo el contorno, en la esperanza de descubrir la ubicación del enemigo antes de que estuviesen preparados y ubicados adecuadamente en un terreno conveniente para ellos.
Tanto Talbot como John Fastolf cayeron prisioneros junto a muchos otros nobles ingleses.
Con esta contundente derrota el mito de la invencibilidad del ejército inglés en campo abierto fue destruido.