Camila era considerada un baluarte de la sociedad educada, y bailaba con frecuencia en fiestas formales en la sede del gobernador.
Pero, por razones que se desconocen, no siguieron viajando sino que se detuvieron en la villa de Goya, en la provincia de Corrientes (entonces bajo el control del gobernador Benjamín Virasoro, adicto a Rosas).
[4] Ladislao adoptó el nombre de «Máximo Brandier», y Camila se hizo llamar «Valentina Desán».
[4] Cuando el escándalo se hizo público en Buenos Aires, algunos seguidores de Rosas sugirieron que había sido secuestrada.
Allí el sacerdote irlandés Michael Miguel Gannon ―de paso por la villa― reconoció a Gutiérrez y lo denunció al juez de paz.
Actualmente se ubica el presunto lugar donde ocurrió la ejecución en la avenida Ayacucho entre las calles La Crujía y Libertad, localidad de San Andrés, partido de General San Martín.
[6] Algunas versiones posteriores, luego reiteradas en las novelas y películas, pretendieron que estaba embarazada de ocho meses cuando fue fusilada, pero no existe registro, relato de testigos presenciales ni fuente histórica alguna que fundamente un embarazo tan avanzado y evidente, que probablemente habría llevado a desistir del cumplimiento de la sentencia.