Mosca
El término mosca es muy vago, y es difícil precisar qué especies se incluyen bajo esta denominación.En otras páginas sobre etimologías,[3] el término latino musca se asocia con la raíz indoeuropea mu-, presente en el griego myia, "mosca", de donde también "miasis", con el que se nombran las enfermedades parasitarias generadas por la parasitación con larvas de mosca.Poseen ojos compuestos por miles de facetas sensibles a la luz individualmente que limpian constantemente frotando sus patas, y piezas bucales adaptadas para succionar, lamer o perforar; ninguna mosca es capaz de morder o masticar, pero muchas especies pican y succionan sangre (hematofagia).[cita requerida] Las patas poseen unas almohadillas adherentes que les permiten caminar sobre superficies lisas como el vidrio, incluso boca abajo.Algunas especies de moscas (véase califóridas) muestran colores metálicos, debido a "las delgadas estructuras nanométricas que componen el caparazón y las alas".El ojo compuesto tiene baja resolución de imagen, pero es altamente eficaz en la detección del movimiento[5] [6] Su ciclo de vida es holometábolo; es decir, se suceden cuatro fases morfológicas: el huevo, la larva o cresa, pupa, y el adulto o imago.Asimismo, señala que dicha capacidad tiene su explicación adaptativa como respuesta frente a competidores, presas y predadores.La mosca, como símbolo de valor indomable, insistencia y tenacidad frente al conflicto, era el mayor galardón militar en la cultura egipcia, la más alta distinción concedida por el faraón a sus valientes.Eliano dice que las moscas se retiraban por sí solas en los juegos olímpicos y pasaban a la otra parte del río Alfeo.En la Roma antigua había un templo, el de Hércules vencedor, en el cual no entraban jamás las moscas, por más que aquel héroe no hubiese podido jamás ahuyentarlas, ya que, según Teófilo y Paracelso, ni el mismo Júpiter tiene este poder.Las moscas son uno de los símbolos personales del poeta Antonio Machado; en su poema Las moscas las retrata como animalillos revoltosos y entrañables que evocan la infancia del poeta y no tienen respeto ni por los «párpados de los muertos».