Lytta vesicatoria

Se usó en medicina hasta principios del siglo XX como vesicante.Este efecto secundario, la erección espontánea del pene, convirtió a la cantárida en el afrodisíaco de referencia hasta el siglo XVII cuando cayó en desuso dado el número de envenenamientos, con consecuencias mortales, que produjeron tales prácticas.Para su tratamiento se prescribían vomitivos y purgantes, pero nunca oleosos, dado la solubilidad de la cantaridina en el aceite.La mujer, se sabe desde el principio del relato, ha muerto por la ingesta abusiva de cantárida.También en la novela Un faccioso más y algunos frailes menos de Benito Pérez Galdós (1879) se hace referencia a la cantárida:
Ilustración antigua.
Lytta vesicatoria en Siberia