Calle de Luchana

Entre los vecinos ilustres que vivieron en esta calle estuvo el maestro Pablo Sorozabal, en el número 39.

[5]​ Otros musicales vecinos, aunque en piedra, fueron los cuatro maestros saineteros (Ramón de la Cruz, Chueca, Ricardo de la Vega y Barbieri) que velan el errante monumento propuesto en su día por Mariano de Cavia y encargado por el ayuntamiento de la ciudad al escultor Lorenzo Coullaut.

Al inicio de la década de 1930 y tras un reñido debate público con participación de ediles municipales, periodistas, cronistas de la villa, vedettes saineteras y demás vates del madrileñismo, se trasladó de nuevo a la plazoleta sin nombre formada hacia la mitad de la calle Luchana por la convergencia de las calles Francisco de Rojas, Manuel Silvela y Manuel Cortina, secreta y popularmente llamada desde entonces plaza de los chisperos.

[6]​ Del mismo modo que en la memoria musical del Madrid de la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX menudean las alusiones al callejero de la ciudad, La Romántica Banda Local, uno de los grupos precursores de lo que luego se daría en llamar con mucho bombo la movida madrileña,[7]​ recoge en Dos años dos uno de sus temas más castizos el nombre de esta calle con estos versos copleros: horchata en la glorieta y churritos en el bar.

Tu eres mi morena y te llevo a pasear.

Litografía de 1846 recreando la batalla de Luchana. En primer término el lugar de la orilla izquierda del Nervión donde embarcaron los cazadores. Enfrente, al otro lado del río, el puente de Luchana. Detrás se abre el barranco de Azúa. A la derecha del puente, se ve abajo el fortín Casa de la Pólvora, en las cumbres, de derecha a izquierda, los fortines Cabras, San Pablo y Banderas.
Fuente mural fotografiada por Alfonso Begué en 1864. Patrimonio desaparecido.
Monumento a los saineteros madrileños , obra de Lorenzo Coullaut Valera , en 1913.