Junto con las calles Almudena, el Puente Almudena, Hospital, San Pedro, Santa Clara, Marqués, Mantas, Triunfo y la Cuesta de San Blas, unen la plazoleta de San Blas con la plazoleta de la Almudena y forman el eje procesional que es el principal eje transversal de la ciudad a la par que se corresponde con los caminos incas que, partiendo del Huacaypata, comunicaban el Antisuyo al noreste y el Contisuyo al sureste[1][2][3].
La calle es una vía peatonal cuyo borde sureste es el muro inca del que fue el palacio del emperador incaico Inca Roca.
[4] Se desconoce el momento en que se inició la construcción del edificio que hoy es el Palacio Arzobispal del Cuzco pero se entiende que, debido a que tres de sus cuatro muros exteriores son de las principales muestras de arquitectura incaica, este solar debió ser un edificio de primer orden dentro del Cusco antiguo.
Asimismo, se conoce que el soberano Inca Roca (cuyo reinado se dio aproximadamente entre 1350 y 1380) construyó su palacio en ese solar.
Actualmente es una ruina arqueológica en la que se superponen la original construcción de los períodos incaico, colonial y republicano.