Calixto Ortega (grabador)

En 1839 se trasladó a París para perfeccionarse en el arte del grabado, remitiendo ya ese mismo año trabajos a la exposición de la Academia, así como al periódico Semanario Pintoresco Español, entre ellos la reproducción del Godofredo de Bouillón de Federico de Madrazo, en una época en la que según Manuel Ossorio y Bernard el grabado en madera se encontraba en decadencia.[2]​ Volvería a España, donde realizó obra de forma indistinta tanto de pintura como de grabados, aunque es más conocido por lo segundo, llegando incluso a dirigir varias publicaciones ilustradas.El Museo del Prado conserva el retrato que por encargo de José de Madrazo, su director, hizo en 1848 del rey Enrique III el Doliente, para cuya ejecución viajó a Toledo con el fin de obtener la mascarilla del monarca enterrado en la catedral.[4]​ Como grabador, realizó un gran número de láminas y viñetas para periódicos y revistas como Museo de las Familias, Observatorio Pintoresco, El Renacimiento, Museo de los Niños, La Semana, Semanario Pintoresco Español, No me Olvides, La Ilustración, Álbum Pintoresco, El Artista o La Risa, entre otros.[2]​ También realizó grabados para obras como Galería regia, El panorama español, una edición de Gil Blas de 1840, Historia de Zumalacárregui, Doce españoles de brocha gorda, Rienzi ó el último tribuno, La España geográfica, Los misterios de París[2]​ o Los españoles pintados por sí mismos.