Es habitual que se sirva en los meses invernales y suele presentarse caliente generalmente en un tazón (cunca), o plato hondo.
Es un alimento típico tanto en aldeas como en las ciudades, ya a finales del siglo XX se encuentra muy extendido por todo el territorio gallego.
No obstante sus principales ingredientes son las verduras del lugar como son los grelos y las nabizas (brotes del nabo), las berzas o los repollos junto con las patatas, las alubias blancas y el unto o grasa de cerdo rancia, para dar sustancia al caldo resultante de la cocción.
[6][7] El autor Juan Dantín Cereceda afirma que en ocasiones se añade carne de vaca y garbanzos,[8] aunque esto sea más propio del llamado «cocido gallego».
[11] La preparación culinaria en forma de caldo aparece en diversas novelas y obras literarias con ambiente gallego.