Calcedonia

Pese a que la calcedonia se podría definir en sí misma como una variedad del cuarzo microcristalino, el nombre engloba, en realidad, a un amplio conjunto de minerales que comparten las mismas características estructurales y químicas, pero que en Gemología se consideran rocas diferentes ya que presentan importantes variaciones en cuanto a otras propiedades físicas de gran importancia, tales como el aspecto o el color.

La relativa facilidad con la que se puede trabajar la calcedonia hace que su utilización en gemología para la elaboración de joyas sea habitual, sobre todo la de algunas variedades especialmente bellas debido a su coloración natural.

La calcedonia azul es la que posee un mayor valor comercial y se suele trabajar en cabujón o en láminas planas cuya transparencia puede ser muy variable.

En la actualidad es frecuente encontrar gemas de calcedonia azul que, en realidad, son tallas de calcedonia común o grisácea y que han sido manipuladas y teñidas para lograr la imitación.

Además, su escasa homogeneidad permite la aparición de poros diminutos a los cuales este mineral puede absorber diversos tintes que varían su coloración natural.

Algunas variedades deben su coloración, en ocasiones muy bella, a la presencia de impurezas en su estructura.

Además, algunas características físicas descritas anteriormente podrían permitir utilizarla con diversos fines.

La quebrada de Jaspe en Gran Sabana (Venezuela), por su nombre suele confundirse con un depósito de jaspe, sin embargo, de acuerdo a estudios geológicos en el lugar se ha podido identificar que en su defecto la quebrada de Jaspe en realidad es toba volcánica.