Su nombre procede del griego "actino" (con radios) y "lito" (piedra), en alusión a su aspecto típico fibroso.
Algunos asbestos se forman con fibras de actinolita.
Como se aprecia en la fórmula, los iones de Mg y Fe pueden intercambiarse libremente en la estructura del cristal.
El nombre de actinolita se ha mantenido en la nomenclatura por su importancia en petrología.
[2] Suele aparecer junto a los minerales: talco, glaucofana, epidota, albita, grupo de la clorita.