Cacán

Cacán (también escrito kakán) o según algunas versiones kaká, cacá e incluso chaká, era el idioma hablado hasta aproximadamente mediados del siglo XVIII por la etnia diaguita (pazioca) en el noroeste argentino y,[1]​ según algunos autores, también en las regiones de Atacama y Coquimbo en Chile, aunque esta última hipótesis ha sido cuestionada.

[9]​ En esa misma línea, según el arqueólogo chileno Gonzalo Ampuero Brito, para entenderse con los habitantes de estas zonas, los españoles emplearon a traductores o lenguas que hablaban quechua, el que era entendido por estos indígenas,[10]​ debido a la quechuanización de los diaguitas.

[12]​[13]​ Este idioma fue ágrafo (sin escrituras completas), sus primeras transcripciones al español y al latín (con las limitaciones fonéticas correspondientes) se debieron a la actividad de los misioneros tras la conquista española del siglo XVI.

Barzana también redactó textos de doctrina cristiana, catecismos, confesionarios, homilías, plegarias y sermones en cacán pero estos no fueron publicados.

Las zonas dialectales del cacán muy posiblemente abundaron por dos motivos: en el extenso territorio que habitó esta etnia nunca llegó a darse un estado centralizado pazioca (o diaguita), o en su defecto un gran centro cultural, que favoreciera la unificación normativa de esta lengua, por otra parte el territorio pazioca estaba muy subdividido por elevadísimas montañas y extensos desiertos, tal subdivisión ha de haber favorecido una fuerte diversificación dialectal.