[2][3][4] Boman comenzó su experiencia arqueológica en 1901 a partir de una expedición sueca dirigida por el barón Erland Nordenskiold, un noble cuya familia incluía a varios viajeros destacados.
Escribió un libro titulado "Estudios arqueológicos riojanos" que es considerado un trabajo pionero en la provincia y constituyó un aporte muy valioso al conocimiento de la arqueología regional de la época.
También realizó estudios en otras provincias, destacando Tinti (en los Valles Calchaquíes) y Buin (Chile).
[4] Dado que murió pobre, algunos colegas colaboraron para que sea enterrado en el cementerio alemán de la ciudad de Buenos Aires.
Años más tarde, sus restos fueron depositados en el Monumento en Honor a los arqueólogos del Pucará de Tilcara, junto a los de Salvador Debenedetti.