La tubería o cañería es un conducto que cumple la función de transportar y distribuir agua u otros fluidos.[1] Está formada por tubos o caños[2] que se suelen elaborar con materiales muy diversos.También sirve para transportar materiales que, si bien no son propiamente un fluido, se adecuan a este sistema tales como: hormigón, cemento, cereales, documentos encapsulados, etcétera.Por lo general, los tubos se fabrican conforme a una de las diversas normas industriales nacionales e internacionales.Las tuberías se fabrican en diversos materiales en función de consideraciones técnicas y económicas.Suele usarse el hierro fundido, acero, latón, cobre, plomo, hormigón, polipropileno, poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV), PVC,[5] y termoplástico polietileno de alta densidad (PEAD), etcétera.La ventaja de este sistema es que las tuberías tienen gran durabilidad y resistencia al uso.Por el contrario, son más frágiles ante los golpes y está sujeto a la corrosión si se usa con una corriente de agua altamente oxigenada.La experiencia en su utilización es amplia, ya que el uso del hormigón como material de construcción es muy antiguo y ha tenido, a lo largo del tiempo, muchas modificaciones, tanto en la composición de los materiales utilizados para el hormigón como en los procedimientos constructivos.Los materiales más comunes con los que se fabrican tubos para la conducción de agua son: PRFV, cobre, PVC,[5] polipropileno, polietileno (PEAD), acero y hierro dúctil (ISO-2531)(GB/T13295-2008).Los materiales más comunes para el desalojo de aguas servidas son: PRFV, hierro fundido, PVC,[5] hormigón o fibrocemento.Cabe reseñar materiales como el PRFV, Monel o el Inconel para productos muy corrosivos.