Instalación de distribución de agua en edificios

Es una red que funciona a presión, que puede venir dada directamente por la red urbana o, cuando es insuficiente, mediante un grupo de presión (o grupo sobreelevador) situado en el propio edificio.Consisten en las griferías de los llamados aparatos sanitarios: lavabo, bañera, bidé, ducha, fregadero, lavadero, inodoro, urinario, vertedero, o electrodomésticos que utilizan agua: lavadora, lavavajillas y a veces frigoríficos (para fabricación de hielo).En el caso del agua caliente, si hay preparación solar, que en edificios de vecinos debe ser centralizada, la alimentará desde un distribuidor y, desde el acumulador, el suministro vendrá de esta instalación al acumulador auxiliar (ver energía auxiliar) o a los recalentadores individuales, desde la derivación.Los demás aparatos no requieren más que alimentación de agua fría, lo mismo que los puntos destinados al riego de jardines, terrazas o cocheras.Es conveniente hacerla por la parte superior, cercana al techo,[nota 2]​ y distribuye el agua a los distintos cuartos húmedos, teniendo cada uno de esos cuartos una llave de paso a la entrada (en realidad dos, una para fría y otra para caliente).Los distribuidores generales son las conducciones encargadas de repartir el agua, desde la arqueta de acometida o, en su caso, desde el local técnico, por la parte baja del edificio, hacia las distintas columnas.Es muy conveniente que los distribuidores vayan por el techo de un sótano, si existe, para que se puedan registrar y reparar cómodamente, así como identificar el punto donde arrancan las distintas montantes, para cerrar las válvulas correspondientes en caso de reparaciones locales.Es un sistema absurdo, pues la única favorecida es la compañía suministradora (mejora la productividad de los encargados de la lectura pues se leen todos juntos y no hay que ir piso por piso); para los propietarios del edificio todo son inconvenientes: se emplea mucho más material (instalación más cara); las reparaciones de las montantes, juntas en un hueco, son más difíciles (es decir, saldrán más caras); se ocupa un espacio en el edificio absurdamente (tanto en el cuarto de contadores, como el empleado en alojar las montantes).[nota 5]​ Y la cuestión es ahora menos lógica, porque actualmente se fabrican contadores electrónicos, y un cableado, que ocupa un espacio reducido (mucho menor que el de las montantes múltiples), serviría para llevar las lecturas a un cuadro situado en el piso bajo, cuadro que no requiere un local sino sólo una taca en un muro, o bien una conexión a internet para enviar las lecturas al ordenador central de la compañía una vez al mes.Además, como es muy conveniente que esta instalación tenga también contador (y además obligatorio en muchos países), el retorno arrancará desde un punto anterior al contador, evitando que la recirculación se haga a través de él, puesto que en caso contrario, el agua que pase por él se contará y cobrará a precio de agua caliente.La combinación de alta presión con altas velocidades produce una onda en el fluido que llegaba al grifo, que se manifiesta en golpe seco en algún lugar de la instalación (codo o derivación), un auténtico martillazo, que acaba por averiar los conductos al repetirse constantemente.En muchas localidades, el servicio urbano no tiene caudal suficiente a ciertas horas del día, de modo que es frecuente tener un depósito acumulador en el edificio, a menudo en la cubierta e incluso más arriba, mediante una torreta.Es más adecuado situar estos depósitos en la parte baja de los edificios, y aún mejor en un sótano o bodega, y utilizar un grupo de presión para elevarla a los pisos.En aseos de uso público se deben emplear grifos temporizados, porque muchos usuarios son poco cuidadosos y no cierran al terminar.
Válvula reductora de presión de agua doméstica. La presión de salida se regula con el volante azul y se indica en la escala vertical.
Inodoro+lavabo con llenado de la cisterna desde el lavabo.