Se discute si fue representado desnudo, vestido o con armadura completa.
Una ranura en la base indica que la estatua sostenía una lanza en su mano izquierda.
El ligero giro de la cabeza indica que la estatua empleó el contrapposto clásico.
Sin embargo, la escultura también se ajustaba al ideal ciudadano ampliamente aceptado de la época y empleaba la expresión facial tranquila y serena que era el ideal contemporáneo.
En esto la representación cuadra con la personalidad autocontrolada atribuida a Pericles en la tradición histórica.