Por motivos onomásticos, más que por documentación fehaciente, Burcardo es encuadrado entre los hunfridingas o burcardingas, príncipes de origen alamán que llegaron a ser los primeros duques del Ducado de Suabia en los comienzos del Sacro Imperio Romano Germánico.
En 954 Burcardo ayudó a su señor feudal Enrique I a reprimir la rebelión del hijo mayor de Otón I, Liudolfo, duque de Suabia (950-954), que estaba apoyado por Conrado, el Rojo, duque de Lotaringia.
El margrave Burcardo tiene un papel decisivo en la recuperación y recolonización de la zona fronteriza a lo largo del Danubio más allá del río Enns, entre los ríos Erla y Pequeño Tulln, con villas como Melk, Krems, Sankt Pölten o Tulln.
En 974 el margrave Burcardo participó en el levantamiento de su sobrino y señor feudal Enrique II, el Pendenciero contra el hijo de Otón I y nuevo emperador, Otón II, el Sanguinario.
Burcardo se casó con una hija menor de Arnulfo el Malo, duque de Baviera (907-937), cuyo nombre no ha llegado a conocerse con seguridad.