Gyps fulvus

Puede llegar a los 10 kg de peso, con una envergadura que supera los 2,5 m (pudiendo alcanzar los 260 cm).

En las zonas montañosas recortadas por profundos valles, en donde se producen brisas ascendentes y anabáticas causadas por el calentamiento de las laderas orientadas al sol.

Cuando el día es térmico, al amanecer suelen verse en los bordes de los acantilados y barrancos orientados al noreste-este, a la espera de que haga el calor necesario para poder ganar la altura suficiente para rebasar las crestas y las cumbres.

En la península ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año,[5]​ pero las poblaciones de otros lugares a veces emigran al sur para invernar y vuelven a sus lugares de origen para reproducirse.

En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno.

Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría.

A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez.

Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países.

Ejemplar en vuelo en la sierra del Moncayo (España).
Los buitres leonados aprovechan las corrientes de aire caliente para ascender volando en círculos.
Buitres leonados alimentándose de una cierva en la Reserva Natural de Caza de Boumort, Lérida.
Buitre leonado alimentándose de carroña.
Gyps fulvus - MHNT
Buitre leonado en cautiverio.