La Convención fue firmada en 1979 en Bonn (de ahí su nombre) y entró en vigor en 1983.
Los países signatarios de la Convención de Bonn se esforzarán en la protección estricta de estos animales, conservando y restaurando los lugares en donde viven, mitigando los obstáculos a la migración y controlando los demás factores que puedan ponerlas en peligro.
Los Acuerdos pueden abarcar desde tratados legalmente vinculantes (llamados Acuerdos) a instrumentos menos formales, tales como los memoranda de entendimiento, y pueden adaptarse a las necesidades de cada región.
Buscan la conservación de: Una Secretaría proporciona apoyo administrativo a la Convención, bajo el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Un Comité Científico formado por personas expertas aportadas por cada uno de los estados miembros y por la Conferencia de las Partes, proporciona asesoramiento en los asuntos técnicos y científicos.