Nacido en Sajonia, Hauptmann fue un soldado en el ejército alemán en la Primera Guerra Mundial, viendo acción como artillero en 1918.
Después de la guerra, no pudo encontrar trabajo como carpintero y cayó en la delincuencia.
Intentó entrar ilegalmente en los Estados Unidos como polizón durante la estiba de un buque norteamericano, el SS George Washington, pero fue descubierto y devuelto a Alemania dos veces.
Hauptmann trabajaba como carpintero y al parecer había dejado su carrera criminal de lado.
Hauptmann perdió el empleo y las deudas se acumularon lo que aparentemente lo llevó a caer en la criminalidad nuevamente.
Hauptmann fue detenido al día siguiente y acusado del asesinato sin tener aún la policía pruebas exactas.
Hauptmann negó su participación y por cada pregunta que la policía le hacía, él parecía tener una buena coartada.
La detención de Hauptmann y su interrogatorio cayeron fuera del marco jurídico, pero esto no se consideró como un atenuante.
La defensa a cargo de Edward Reilly se vino abajo y no tuvo más pruebas que presentar.
durante el descenso con este a través de la escalera, se rompió un escalón cayendo al suelo duro y que el golpe recibido le había causado la muerte casi instantánea.
No obstante, las pruebas viciaron el juicio por ser circunstanciales y se despertaron dudas en los legisladores.
La ejecución fue presenciada por cincuenta testigos invitados, el matrimonio Lindbergh para esa fecha se había trasladado a Inglaterra y no estuvo presente.
En la última parte del siglo XX, el caso contra Hauptmann fue objeto de serio escrutinio.
[2] Se ha afirmado que la policía golpeó a Hauptmann además de efectuar una detención fuera de la ley e intimidaron a otros testigos, y algunos afirman que la policía plantó o creó pruebas tales como la escalera.
La acusación de secuestro con homicidio en primer grado no se habría podido aplicar.
Tanto el jurado como los participantes estaban bajo gran presión pública debido a la manipulación de la prensa.