La principal ventaja sobre la tradicional válvula de asiento era una mejor eficiencia volumétrica, y la capacidad para trabajar a RPM más altas.
Sin embargo, varios problemas truncaron el diseño, en particular porque las camisas tendían a romperse en el tiempo de explosión (ver ciclo Otto), destrozando los engranajes que las comandaban.
Sin embargo, en 1933 los problemas estaban resueltos, y el Perseus se convirtió en el primer motor aeronáutico con válvulas de camisa del mundo en ser producido en grandes cantidades.
El Perseus fue poco utilizado en el campo civil, siendo el más notable el hidroavión Short Empire, pero fue muy usado en el campo militar, que se estaba expandiendo en ese entonces, motorizando, entre otros, los bombarderos Westland Lysander, Vickers Vildebeest, Blackburn Botha, Skua y Roc.
La principal contribución del Perseus fue que su mecánica sirvió de base para las versiones "dobles": los extremadamente exitosos Hercules y Centaurus.