Se citaba como planta motriz preferente el Rolls-Royce Falcon X (que posteriormente se convertiría en el famoso Kestrel) aunque tal motor resultaba demasiado pesado, a causa del procedimiento normal por entonces de fundición independiente de los cilindros.
[2][3] Aunque considerado un advenedizo en la evaluación de la F.9/26 que tuvo lugar en Martlesham Heath, el Bulldog eliminó rápidamente a todos sus oponentes, exceptuando al Hawker Hawfinch, con el que entró en la etapa final.
Se le instaló un ala de elevado alargamiento y un motor Jupiter VII sobrealimentado.
El siguiente lote de fabricación, constituido por 23 ejemplares para la RAF y entregados en 1930, completó la dotación del No.
De los 441 Bulldog construidos en Filton, Bristol, sólo un ejemplar sobrevivió en condiciones de vuelo hasta los años sesenta, pero resultó destruido en un accidente durante una exhibición en Farnborough, en lo que parece ser fue un error del piloto durante un vuelo acrobático a baja cota.
Se realizaron numerosas instalaciones de plantas motrices, incluyendo un avión marcado como R-I, que voló con un Mercury III accionando una hélice cuatripala; después sería equipado con un Gnome-Rhône Jupiter VI; de esta última guisa y mientras se exhibía ante posibles usuarios durante una gira de demostración, se estrelló al ser abandonado por su piloto, T.W.
Campbell, qun no se atrevió a aterrizar con él después de romper la barra del timón al intentar una maniobra demasiado brusca.
Bristol produjo entonces el Mk IVA con cuatro ametralladoras para concursar en 1934 bajo la Especificación F.7/30.
Más tarde en ese mismo año, y tras una demostración en Suecia del Bulldog G-AAHH, se enviaron tres Bulldog Mk II para su evaluación comparativa contra el caza indígena Svenska Aero J 6 Jaktfalken I, pruebas que confirmaron la superioridad del biplano Bristol.
Entretanto, partieron hacia Letonia otros siete aviones, cinco con motores Gnome-Rhône Jupiter VI y los dos restantes, con los 9Asb.
Su actuación no es muy conocida, y desde luego como cazas, poco podían hacer frente a los Fiat CR-32 de la Aviación Legionaria italiana o los Heinkel He 51 alemanes.
En 1931, las fuerzas aéreas danesas adquieren cuatro Bulldog Mk IIA, con motores sin sobrealimentar Jupiter VIFH, arranques por gas Viet y ametralladoras Madsen; serán destinados al 1.er.
Escuadrón y todavía se utilizaban como entrenadores cuando Alemania invadió el país en abril de 1940.
Según sus pilotos, unos cinco aviones enemigos caerían frente a los Bulldog, antes de su sustitución (incluso los regalados por Suecia) por los Gloster Gladiator.
Los Bulldog finlandeses serían los últimos construidos en Filton, aunque, tras la evaluación del avión enviado a Japón en 1929, propulsado por una versión construida con licencia por Nakajima, el gobierno japonés decidió la fabricación de una adaptación indígena del Bulldog, bajo supervisión de Bristol.