[1] En los remanentes de bosque se pueden encontrar primates como el mono aullador (Alouatta palliata) y el mono capuchino de frente blanca (Cebus albifrons) que se encuentra en peligro crítico de extinción, así como depredadores el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Leopardus pardalis) y tigrillo (L. wiedii), las especies pueden ser comunes en algunas localidades tales como el pecarí de labio blanco (Tayassu pecari), Odocoileus virginianus, corzuelas (Mazama americana), pacas (Agouti paca) y el aguatí (Dasyprocta punctata).
La vegetación se caracteriza por ser caduca o semicaduca, algunas especies de árboles pueden alcanzar los 20 m de altura con presencia de bromelias, musgos u otras especies epífitas, bajo el dosel arbóreo existen arbustos espinosos, cactáceas y el sotobosque se encuentra formado por familias principalmente de Acanthaceae y Polypodiopsidae; por ejemplos algunas especies que se pueden encontrar son: Ceiba trichistandra, Prosopis juliflora, Eriotheca ruizii, Macranthisiphon longiflorus, Capparis angulata, Monvillea diffusa, Opuntia sp, especies maderables como el guayacán (Handroanthus chrysanthus), el laurel (Cordia allidora), el cedro (Cedrela sp), el ébano (Ziziphus thyrsiflora), el madero negro (Tabebuia billbergii) y colorado (Simira ecuadorensis)[1].
El bosque actual consiste principalmente en remanentes de crecimiento secundario esparcidos por toda la región.
Sin embargo, los limitados esfuerzos de conservación no han sido efectivos.
Los hábitats restantes están aislados y deben estar conectados por corredores para apoyar a las poblaciones viables.