Volvió a Trípoli en 1277 e hizo inmediatamente la paz con Qalawun, el sultán mameluco, y reconoció a Roger de San Severino como regente en Acre por Carlos I de Jerusalén.
Luego, los templarios respondieron arrasando el castillo condal de Botron y atacando Nephin.
Encontraron al maestro templario lejos y así se refugiaron con los hospitalarios, quienes los entregaron a Bohemundo con la condición de que les perdonara la vida.
Bohemundo los enterró hasta el cuello en la arena en Nephin y los mató de hambre.
Bohemundo murió poco después, sin dejar hijos con su esposa Margarita de Acre.