Pronto se vinculó con los movimientos de la izquierda política irlandesa, como el Ejército Republicano Irlandés (IRA), enfrentados a los Camisas Azules de inspiración fascista liderados por Eoin O'Duffy.
Al estallar la Guerra Civil en España, la muerte en la batalla del Jarama de su amigo, Kit Conway, le impulso a incorporarse a las Brigadas Internacionales.
[4] No pudo hacerlo en un primer intento vía Valencia,[5] y lo consiguió en un segundo cruzando a pie los Pirineos desde Francia.
[7] Consiguió ser puesto en libertad en un intercambio de prisioneros brigadistas por italianos.
El resto de su vida lo pasó entre la capital británica, Irlanda y España, donde viajaba cada año, incluso en la dictadura franquista, visitando los escenarios del conflicto, en especial Jarama y Brunete, llevando propaganda política de forma ilegal.