Bernardo Valdivieso

Bernardo Valdivieso (Loja, Ecuador, 1745 -1805) fue un filántropo impulsor de la educación en la Época Hispánica.También poseía territorios en África y Oceanía, sumados a sus reinos europeos, que incluían gran parte de Italia.El virreinato de Nueva Granada (1739) abarcaba lo que hoy es Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá y Nicaragua.Pero el Cabildo lojano iniciaría un largo proceso que duró aproximadamente cuarenta años, a fin de dejar sin efecto la voluntad del filántropo.Simón Bolívar, en su breve paso por Loja en 1823, intentó poner en funcionamiento el Colegio de Loja, pero tal acción solo duró hasta cuando el Gobierno republicano desposeyó definitivamente a la institución de sus rentas.Médico, abogado, erudito y polemista incisivo, Espejo estaba en desacuerdo con las políticas del rey Carlos III.Las nuevas distribuciones territoriales, los cambios administrativos, el afrancesamiento frívolo de las élites y la irrupción del contrabando inglés en los mercados criollos, habían vulnerado la economía quiteña.Además, las arcas reales destinadas para el sostenimiento de los virreinatos de América estaban menguadas por las innumerables guerras que afrontaba España en ese momento y por la constante lucha contra la piratería inglesa, holandesa y francesa, que intentaban hundir el comercio español.Pero la España gestora de la primera globalización ya entraba lentamente en su etapa final como potencia hegemónica.Respecto a la fidelidad de la efigie con la verdadera estampa del filántropo lojano, ha habido discusiones desde el principio, puesto que la imagen no corresponde a un caballero hispano de finales del siglo XVIII.Por esos años no se estilaba la barba, y el cabello, con risos en las sienes, era recogido con una coleta.Riñe además la levita de solapas anchas y cuatro botones, que pertenece más bien a la posterior moda napoleónica.Por otro lado, tanto la levita como la capa abultada, al igual que la amplia esclavina aludirían más bien a un prócer anglosajón de mediados del siglo XIX.Pero ello supondría una serie de incongruencias más insostenibles que todos los supuestos barajados en torno al asunto.Lo más probable es que el escultor francés no asumiera la investigación necesaria, ni tampoco el debido cuidado para reproducir una imagen acorde con un gentilhombre hispano de finales del siglo XVIII, y que optara más bien por reproducir el prototipo de las efigies de próceres nórdicos anglosajones que correspondían más o menos a esa época.Y tampoco puede soslayarse el desdén que la Ilustración afrancesada europeizante ha mostrado siempre hacia todo lo hispano.
Estatua a Bernardo Valdivieso