Benjamin Baker (ingeniero)

Wilson, y más adelante se asoció con Sir John Fowler en Londres.

El libro es notablemente profético sobre la forma en que las propiedades del acero podrían explotarse en las estructuras.

Baker examinó estructuras más pequeñas situadas en las inmediaciones del puente y concluyó que la presión no podría haber excedido las 15 libras por pie cuadrado en la noche en la que se produjo el desastre.

Baker señaló en su declaración ante el tribunal que había construido alrededor de 12 millas (19,3 km) de viaductos ferroviarios, refiriéndose en concreto a su diseño del tren elevado en la ciudad de Nueva York en 1868, parte del cual aún se mantiene en Manhattan (aunque ya no circulan los trenes por él, y se ha transformado en un paseo peatonal).

En ese momento ya se había establecido como una autoridad en la construcción de puentes.

Poco después se involucró en la obra que le dio fama entre el gran público: el diseño y montaje del puente de Forth (1890) en colaboración con John Fowler y William Arrol.

Junto con John Fowler diseñó y construyó el puente de Forth, un novedoso tipo de estructura que permitió superar todas las deficiencias que poco tiempo antes habían provocado el colapso del puente del Tay.

Siempre que fue posible, la estructura aprovechó la proximidad de elementos naturales existentes como el islote de Inchgarvie, los promontorios localizados a ambos lados del estuario en este punto, y también las altas orillas.

En un informe elaborado por JE Jacobs, Grant Thornton International y Faber Maunsell en 2007 (cuando estaban analizando las opciones alternativas para construir un segundo cruce de carretera), se afirmaba que la vida útil estimada del puente de Forth superaba los 100 años.

El proyecto fue diseñado por Sir William Willcocks e involucró a varios ingenieros eminentes de la época, como el propio Baker y Sir John Aird, cuya empresa John Aird & Co.

[4]​[5]​ Baker desempeñó un papel importante en la introducción del sistema ampliamente adoptado en Londres de construir ferrocarriles subterráneos mediante túneles tubulares profundos empleando segmentos de hierro fundido.

Watkin formó una empresa para administrar el proyecto, la International Tower Construction Company, y para supervisar la construcción nombró a Baker.

En estos artículos, Baker argumentó que la resistencia a tracción del cemento no debía ignorarse al calcular la resistencia de las obras ladrillo, argumentando que si no se tenía en cuenta la contribución del cemento, varias estructuras de su tiempo deberían haberse derrumbado.

Baker murió en Pangbourne, Berkshire, donde vivió en sus últimos años, y fue enterrado en el pueblo de Idbury en Oxfordshire.

La "Aguja de Cleopatra" desde el río Támesis, Londres
Puente del Tay original visto desde el norte
Puente del Tay tras derrumbarse, visto desde el norte
Ferrocarril de la Calle A en Nueva York (1876)
Puente de Forth
Demostración de la estabilidad de los voladizos
Placa azul en Cheltenham , en el edificio que fue residencia de Baker