Su plan era aislar a Simón Bolívar, que estaba en Valencia y Caracas, cuya defensa dirigía el general José Félix Ribas, que ejercía el cargo de Gobernador militar de la misma.
Morales y los suyos escapan asustados por las montañas en dirección al Pao de Zárate, perseguido por la caballería patriota.
Los realistas no estaban vencidos y con Boves recuperado de sus heridas, pondrían sitio a Bolívar en San Mateo pocos días después.
De los seminaristas, para marzo solo quedaban vivos seis y para julio apenas uno.
En la plaza principal de La Victoria, hoy llamada Plaza José Félix Ribas, se colocó un monumento, esculpido por Eloy Palacios, inaugurado en 1895, que representa a Ribas dando indicaciones a unos jóvenes sobre el manejo de un fusil.