Batalla de Vouillé

Para lograrlo, primeramente venció al patricio galorromano Siagrio en Soissons, que había establecido su reino entre el Sena y el Loira, reuniendo estos territorios bajo su cetro.

Esto le daba ventaja frente a otros pueblos germánicos, de confesión arriana, que mantenían tensas relaciones con aquellos en sus respectivos territorios.

El ejército visigodo marchó por el norte para cortarles el paso con la esperanza de que los refuerzos ostrogodos llegaran a tiempo.

Solamente la intervención in extremis de sus hermanos ostrogodos permitió que los visigodos pudieran huir hacia Hispania.

Como armas ofensivas, usaban espadas de tres longitudes diferentes —45, 80 o 90 cm— y lanzas que, imitando las tácticas romanas, podían arrojarse contra el enemigo durante la carga.

Esta victoria abrió a Clodoveo I el camino hacia el sur; conquistó Toulouse, hasta entonces capital de los visigodos, Aquitania, Gascuña y Limosín.

En azul, campañas francas contra los visigodos 507-509.
Clodoveo matando a Alarico II en la batalla de Vouillé. Miniatura del siglo XV .