[1]En 487, mientras Clodoveo saqueaba las tierras y asediaba las últimas ciudades que resistían (como Verdún y París), envió un ultimátum al rey de los visigodos: entregar a Siagrio o arriesgarse a la guerra.
[2] En 491, Clodoveo había estabilizado los territorios bajo su dominio y se aprestó a invadir el reino visigodo.
[3]Inmediatamente sitió Nantes, la ciudad más septentrional bajo el dominio visigodo, que resistió durante sesenta días.
[5] Alarico aprovechó esta oportunidad y rápidamente recuperó las ciudades perdidas a excepción de Nantes que permaneció bajo control franco.
Gundebaldo pidió ayuda a su hermano y juntos marcharon contra los invasores.
Con la ayuda de éstos tomó Vienne y ejecutó a su hermano Godegisilo, que había usurpado el trono.
Según Joël Schmidt, Clodoveo veía esta campaña como un "liberación de Aquitania" y no como una conquista, incluso prohibió a sus huestes saquear el territorio.
Sin embargo, la ciudad estaba protegida por un terreno montañoso, por lo que se vio obligado a asediar Carcasona, situada entre Toulouse y Narbona.
[2] Al regresar a Tours, Clodoveo recibió el título de cónsul y el reconocimiento oficial del Imperio Romano de Oriente y del emperador Anastasio para gobernar la Galia.
De todo este territorio sólo retuvieron la Septimania y sus aliados ostrogodos ocuparon la Provenza que mantuvieron hasta el 536.
En la península ibérica, el general ostrogodo Ibba penetró en España en el año 510 y expulsó de Barcelona, nueva capital visigoda, al usurpador Gesaleico, hijo bastardo de Alarico, que se refugió en África para pedir ayuda al rey vándalo Trasamundo.
Finalmente es capturado y ejecutado junto al río Durance en la Galia por las tropas ostrogodas en el 511.
Los ostrogodos influirán así en el gobierno del reino visigodo hasta la muerte de Teodorico en el 526.