Desde 1882, el Reino Unido había tomado control sobre Egipto, lo cual supuso su implicación en la guerra de Sudán.
Por otra parte, los sudaneses no habían renunciado a su ambición de difundir la fe mahdista en Egipto.
Los mahdistas evitaron acercase a Wadi Halfa, donde la mayor parte de las tropas egipcias estaban acuarteladas, acampando junto al Nilo en Toski, a 76 km al norte de la frontera egipcia.
El emir murió mientras intentaba reagrupar a sus hombres y solo 800 guerreros mahdistas escaparon.
[5] Esta batalla demostró las cualidades combativas del Ejército egipcio reformado, incluyendo las recién formadas unidades sudanesas que componían cuatro de los seis batallones de infantería presentes,[1] y que efectivamente pusieron fin a la amenaza mahdista contra Egipto.