[12] Esto era clave porque el continuo paso de navíos permitía traer carnes y armamentos.
[13] Se había construido muchas flecheras en San Miguel cuando se ordenó al capitán Rodríguez asaltar el apostadero de Borbón, río arriba de la villa y clave para las comunicaciones con Apure.
Estas embarcaciones, provistas con numerosos remeros, alcanzaban velocidad que les permitían escapar de otras naves.
Entre tanto, la flotilla realista salía de Angostura hacia La Vuelta de Torno, pero su comandante, el alférez Echenique se quedó haciendo trámites de última hora pero esperando poder alcanzarla con una flechera, pero durante la noche se encontró con las flecheras patriotas que lo capturaron y siguieron hasta encontrarse con Rodríguez, que estaba al acecho en un caño.
Al mismo tiempo, Bolívar, su Estado Mayor y una columna salieron para encontrarse con ellos después que pasaran los Castillos.
Pero desconocían que río arriba una partida de infantería monárquica había desembarcado al comando del capitán Juan Cosmos con la intención de atacar por tierra a las naves patriotas.
[17] La mayoría nado hasta alcanzar un punto en la orilla que fuera seguro.
Eso salvo a Bolívar y sus oficiales de la captura o la muerte.
[4] El capitán Díaz envía a su hermano, el teniente de fragata Fernando Díaz, adelantarse con tres flecheras o fustas en el caño Macareo y explorar hasta llegar al Orinoco, después debía volver y guiar al resto de la Escuadra Sutil.
Los margariteños luchan ferozmente pero son masacrados, salvándose unos pocos que lograron huir en un esquife para advertir a la vanguardia patriota.
[3] Así recuperó sus flecheras, capturó dos bajeles o fustas españolas y echó a pique a otras cinco,[4] poniendo al resto del enemigo en fuga hacia Guayana la Vieja con sus tripulaciones aterrorizadas.
[23] Bolívar viajó a San Miguel cuando supo que Brión había entrado en el Orinoco, destacó un batallón en Piacoa para establecer comunicaciones con la flota, lo que se hizo cuando las naves llegaron a Punta Cabrián.