Batalla de San Félix

[3]​ Las misiones de Caroní habían llegado a tener 17 000 indios (más 7000 en las del río Orinoco y 10 000 indios insumisos en el delta del Orinoco y los montes de la provincia).

La guarnición la formaban milicianos locales y dos compañías del regimiento Barbastro que los recibieron con alegría.

[15]​[16]​ Como sólo tenía víveres para cuatro días, el brigadier Latorre resolvió salir a las 01:00 horas del 30 de marzo sobre el general de brigada Manuel Cedeño,[15]​ que sitiaba la plaza desde hacia dos meses con 800 infantes y 30 jinetes,[16]​ después embarcó sus tropas para buscar provisiones en las misiones.

[15]​ Eleazar López Contreras sostiene que Piar tenía 2.000 hombres, apenas 500 con fusiles, y Latorre 1.600 bien equipados, incluyendo el batallón veterano Cachirí al mando del teniente coronel Tomás Carmona.

Estaban en una pequeña altura al oeste del pueblito de San Miguel, su izquierda la protegía un barranco y su derecha un cerro.

[15]​ El primer par de líneas patriotas, mandadas por el coronel Pedro Miguel Chipía y Landaeta[25]​ y el teniente coronel José María Landaeta Codecido, habían reaccionado desde el primer avistamiento del enemigo, organizándose para descargar un fuego cerrado sobre los atacantes.

[26]​ Al final acaban formando una masa desordenada incapaz de defenderse que tras media hora colapsa y huye en desorden a los montes del Orinoco, siendo perseguida y aniquilada por la caballería de Piar.

[28]​ Salom volvió a poner Guayana la Vieja bajo asedio poco después de la batalla aunque lo abandonó para julio.

Los días 26 y 27, los buques realistas en Guayana la Vieja se retiran a Angostura para fortalecer sus defensas y asegurarse de no poder el control del Orinoco, su única vía de comunicación.

[31]​ Esa fue la justificación que dieron los encargados y fueron absueltos de todo cargo.

[9]​ Poco después empezó el desmantelamiento del sistema político y económico de las misiones.

[9]​ Piar dejó a cargo al presbítero José Félix Blanco como comandante general.

Los indios, bien entrenados por los capuchinos, fueron reclutados en el ejército o se volvieron peones agrícolas de los criollos.

[34]​ Las reformas liberales buscaron igualarlos como ciudadanos con el resto de la población y sacarlos de su aislamiento, pero al eliminar todo el aparato legal que protegía a sus comunidades quedaron vulnerables ante la ambición criolla por sus tierras.

Retrato del general en jefe patriota Manuel Piar , por Pablo W. Hernández, inicios del siglo XX .
Retrato del brigadier Miguel de la Torre , por Eliab Metcalf, 1826.