Batalla de Ondárroa
Durante 1874 se prepararon también las medidas contra la pesca vasca; en junio el Gobierno liberal ordenó que todas las lanchas de pesca de los puertos carlistas se concentraran en Castro o Santoña y las que no lo hicieran serían apresadas, aunque dejando en libertad a sus tripulantes.A partir de ese momento el San Isidro sería utilizado para atacar los puertos vascos en poder de los liberales, entre los cuales se encontraban Bermeo, Portugalete y Guetaria, hundiendo y capturando varias embarcaciones de los guardacostas liberales.Al día siguiente la escampavia decide dirigirse a Ondárroa con el propósito de recuperar o destruir el bergantín carlista, pero ese mismo día varios pesqueros carlistas avistan el barco e informan a Federico Anrich, que manda dos lanchas motoras armadas desde Ondárroa para capturar la embarcación, iniciando un combate naval que hizo que la Felisa se tuviese que replegar momentáneamente, acudiendo en su ayuda la goleta "Ligera" y dos lanchas más guardacostas, forzando a las lanchas a refugiarse en Deva.Al día siguiente, la Ligera bombardeó Ondárroa como represalia, pero tuvo que retirarse con bajas por el fuego que se le hizo desde el pueblo y del bergantín San Isidro ya reparado.La batalla tuvo un desenlace indeciso, aunque se podría decir que los carlistas ganaron la batalla, pues consiguieron mantener bajo su control tanto el bergantín como el puerto de Ondárroa, sin lamentar grandes pérdidas, solamente algunos daños leves en sus embarcaciones y algunos heridos.